Este blog está especialmente pensado para los
alumnos de la asignatura Piano como 2º instrumento,
que se imparte en el Conservatorio Profesional de Música de Oviedo. Pero también, por supuesto, para cualquiera que disfrute de la música clásica y, en
particular, de la de piano.
sábado, 16 de febrero de 2013
Scriabin: Estudio op. 8 nº2
Esta semana vais a escuchar un estudio de Scriabin, interpretado por I. Pogorelich.
Es del mismo opus que el que escuchasteis en clase.
Scriabin, sin duda conocido por sus múltiples estudios para piano. Nos muestra un piano fuerte y potente mediante el empleo de una muy amplia tesitura (mucha importancia de los bajos) y ritmos dispares (5 contra 3) que dan sensación de inestabilidad. En cuanto a la armonía cabe decir que es compleja, modulante y con numerosas disonancias, aunque si es cierto que todavía podemos hablar del concepto de tonalidad como tal. Estoy muy de acuerdo en lo que respecta a la interpretación, los movimientos de la música y la dirección. Enrique Otero
En este breve pero intenso estudio de Scriabin, queda patente la influencia romántica del compositor y también los rasgos de un atonalismo en su obra. No sabemos prácticamente en todo el fragmento la tonalidad en la que se desarrolla, ni dónde modula o regresa al tono principal de una forma nítida. Por lo demás, es destacable la dificultad de la polirritmia en las dos manos que Pogorelich simplifica en su interpretación para que al público le llegue esta técnica de una forma clara. Por último, me gustaría resaltar en este pianista la posición de las manos, con las muñecas muy bajas. Esto le da todavía un punto más si cabe a favor de Pogorelich :)
En mi opinión este estudio tiene influencias del romanticismo, aunque no suena claramente de él. Me parece un estudio complicado debido al ritmo y a la velocidad, también me parece una gran interpretación.
Creo que en este pequeño estudio de Scriabin, se puede apreciar que es un compositor perteneciente al Postromanticismo, porque tiene influencias románticas (como los matices extremos y el rápido pasaje virtuosístico), y rasgos modernos (como puede ser la amplia tesitura y el desconocimiento de la tonalidad). Además me ha gustado mucho la interpretación de Pogorelich, con su peculiar forma de colocar las muñecas tan abajo (como muy bien apunta Martín).
Esta obra muestra claros rasgos románticos aunque sea de un tiempo o etapa posterior como puede ser el inicio del impresionismo: observamos una amplia tesitura, así como continuos cambios de dinámicas contrastantes (ff seguido de pp), así como una tonalidad menor en general, con tonalidades mayores. Pero tiene pequeños rasgos de impresionismo, como son el ritmo poco definido (aunque dentro del impresionismo es aún más exagerado), el intento de imitar el agua y su fluidez con una constante frecuencia de notas, mucha alteración de notas, no conclusión de acordes, uso de escalas exóticas... En conclusión se puede decir que es una obra de inicios del impresionismo pero con grandes rasgos romanticistas, seguramente por la influencia de Liszt y Chopin en los primeros compositores impresionistas.
A pesar de que la obra es posterior al Romanticismo, presenta numerosos rasgos románticos, tal como queda reflejado en los comentarios anteriores. La compleja armonía, con abundantes disonancias, los cambios dinámicos, la expresividad y la existencia de pasajes rápidos que dan pie al lucimiento del intérprete (virtuosismo) refuerzan esta idea. En cuanto a la interpretación, sí llama la atención la colocación de las manos de Pogorelich, como menciona Martín y, al igual que en todos los buenos intérpretes, es digno de mención el perfecto control que ejerce al pisar cada nota, cuidando cada detalle y haciendo llegar a los oyentes un sonido claro y puro con la mejor calidad posible.
Scriabin, sin duda conocido por sus múltiples estudios para piano. Nos muestra un piano fuerte y potente mediante el empleo de una muy amplia tesitura (mucha importancia de los bajos) y ritmos dispares (5 contra 3) que dan sensación de inestabilidad.
ResponderEliminarEn cuanto a la armonía cabe decir que es compleja, modulante y con numerosas disonancias, aunque si es cierto que todavía podemos hablar del concepto de tonalidad como tal.
Estoy muy de acuerdo en lo que respecta a la interpretación, los movimientos de la música y la dirección.
Enrique Otero
En este breve pero intenso estudio de Scriabin, queda patente la influencia romántica del compositor y también los rasgos de un atonalismo en su obra. No sabemos prácticamente en todo el fragmento la tonalidad en la que se desarrolla, ni dónde modula o regresa al tono principal de una forma nítida.
ResponderEliminarPor lo demás, es destacable la dificultad de la polirritmia en las dos manos que Pogorelich simplifica en su interpretación para que al público le llegue esta técnica de una forma clara.
Por último, me gustaría resaltar en este pianista la posición de las manos, con las muñecas muy bajas. Esto le da todavía un punto más si cabe a favor de Pogorelich :)
En mi opinión este estudio tiene influencias del romanticismo, aunque no suena claramente de él.
ResponderEliminarMe parece un estudio complicado debido al ritmo y a la velocidad, también me parece una gran interpretación.
Creo que en este pequeño estudio de Scriabin, se puede apreciar que es un compositor perteneciente al Postromanticismo, porque tiene influencias románticas (como los matices extremos y el rápido pasaje virtuosístico), y rasgos modernos (como puede ser la amplia tesitura y el desconocimiento de la tonalidad).
ResponderEliminarAdemás me ha gustado mucho la interpretación de Pogorelich, con su peculiar forma de colocar las muñecas tan abajo (como muy bien apunta Martín).
Esta obra muestra claros rasgos románticos aunque sea de un tiempo o etapa posterior como puede ser el inicio del impresionismo: observamos una amplia tesitura, así como continuos cambios de dinámicas contrastantes (ff seguido de pp), así como una tonalidad menor en general, con tonalidades mayores. Pero tiene pequeños rasgos de impresionismo, como son el ritmo poco definido (aunque dentro del impresionismo es aún más exagerado), el intento de imitar el agua y su fluidez con una constante frecuencia de notas, mucha alteración de notas, no conclusión de acordes, uso de escalas exóticas... En conclusión se puede decir que es una obra de inicios del impresionismo pero con grandes rasgos romanticistas, seguramente por la influencia de Liszt y Chopin en los primeros compositores impresionistas.
ResponderEliminarA pesar de que la obra es posterior al Romanticismo, presenta numerosos rasgos románticos, tal como queda reflejado en los comentarios anteriores. La compleja armonía, con abundantes disonancias, los cambios dinámicos, la expresividad y la existencia de pasajes rápidos que dan pie al lucimiento del intérprete (virtuosismo) refuerzan esta idea.
ResponderEliminarEn cuanto a la interpretación, sí llama la atención la colocación de las manos de Pogorelich, como menciona Martín y, al igual que en todos los buenos intérpretes, es digno de mención el perfecto control que ejerce al pisar cada nota, cuidando cada detalle y haciendo llegar a los oyentes un sonido claro y puro con la mejor calidad posible.