Este blog está especialmente pensado para los alumnos de la asignatura Piano como 2º instrumento, que se imparte en el Conservatorio Profesional de Música de Oviedo. Pero también, por supuesto, para cualquiera que disfrute de la música clásica y, en particular, de la de piano.
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Como obra imprescindible que dices que es, ya la había escuchado ;) Es además una de mis obras favoritas de Chopin.
ResponderEliminarEl primer minuto me parece muy bueno alternando los pianos con los tresillos con los fortes de los acordes. Además, Zimerman hace genial estos matices destacando siempre la voz más importante. No sé si seré yo pero en este vídeo se ve a un Zimerman especialmente expresivo, incluso pone alguna cara al estilo Lang Lang como en el 0.42 (bueno... eso es pasarse un poco).
En este Scherzo se distinguen las partes muy bien: un inicio brillante, intenso y quizás un poco angustioso; una parte central muy dulce y muy contrastante; y una vuelta al tema inicial al final.
Seguro que muchos coincidís conmigo en que a partir del 4.55 es la parte más preciosa de la obra. Me encantan esos arpegios ascendentes y descendentes y sobre todo el modo en que los toca Zimerman, destacando cada nota pero ligándolas todas y además haciendo un acelerando.
Este Scherzo fue compuesto por Chopin en el verano de 1837 (unos meses después de conocer a George Sand) y dedicado a la Condesa Adèle Fürstenstein. En él se pueden apreciar muchas características del Romanticismo como frases musicales largas, grandes escalas y fermatas que destacan el virtuosismo del intérprete, abundancia de cromatismos, figuraciones rítmicas más pequeñas que en períodos anteriores con ritmo más libre y gran cantidad de rubatos, accelerandos, ritardandos etc. Muchos contrastes dinámicos y utilización de todo el teclado del piano.
ResponderEliminarEn general me gusta mucho este scherzo y la versión de Zimerman aunque para mi gusto hace demasiado largos los silencios del principio. No obstante, me gusta más esta versión de Kissin, teniendo en cuenta que la calidad de la grabación es mucho peor y él es un niño: http://www.youtube.com/watch?v=BuU303aKXwM
En la versión de Zimerman, en la parte rápida (tanto al principio, como al final cuando se reñpite) va acumulando poco a poco tensión hasta que llegan las culminaciones, pero creo que echo en falta que fueran más llenas y con más fuerza. Me parece que el sentimiento que transmite Zimerman es mucho más maduro, mientras que el de Kissin es más arrollador, primitivo y descontrolado, o inexperto. Me encanta la energía y la fuerza de la versión de Kissin, frente a la mesura, por así decirlo, de Zimerman (por ejemplo en la caída al minuto 2.05 en Kissin y 1.43 en Zimerman) Aún así creo que no hay nada comparable a la gran técnica de Zimerman, a su delicadeza en la parte lenta central sobre todo, a su equilibrio al enlazar los diferentes temas con sus diferentes caracteres, a la proporción en la agógica y dinámica, a la limpieza y claridad de todos los pasajes, a la calidad de cada nota… Y también destaca como toca esas notas “equivocadas” del final de modo que se note que son adornos y no fallos.
Había escuchado esta obra el año pasado y recuerdo que dije que no me daba más por ella; no sé qué mosca me habría picado…; cada vez que la escucho me gusta más.
ResponderEliminarEs una obra muy completa: con partes líricas preciosísimas, episodios apasionados como el del min 7:00 que se va relajando para dejar paso de nuevo al tema del principio con esos tresillos misteriosos contrastados con unos acordes que me parecen muy solemnes, creo que sería la palabra.
Respecto a las dos versiones, me quedo con la de Zimerman ya que, igual que la mayoría de interpretaciones suyas, me parece perfecta: equilibrada, limpia, cuidada, cálida…
Me gustan mucho sus fraseos, especialmente en las partes cantabiles, con esos rubatos tan naturales, los cresc y decresc progresivos, su forma de ligar los saltos ascendentes en la melodía, apoyándose ligeramente en la primera nota para hacer que la segunda salga de esta (al igual que hacen los cantantes)…
También me gusta mucho cómo interpreta las partes más dramáticas, porque, aunque las hace con esa mesura que dijo Belén y esa perfección que lo caracteriza, son muy grandiosas y apasionadas.
Siento no coincidir contigo Iyán pero creo que mi parte favorita es lo que está entre el 3:30 y la tuya, por ser tan dulce, y tranquila y por la delicadeza con la que la interpreta Zimerman; me parece una parte muy cariñosa.
Busqué más versiones, pero ninguna me parece que supere a la de este pianista. En definitiva, me gustó mucho esta entrada.
Esta de Marcin Koziak fue la que más me gustó porque me parece que tiene mucha fuerza su interpretación (aunque igual es porque es la más parecida a la de Zimerman de las que escuché...):http://youtu.be/g1M4fGI_zQw (lo único que no me gustó mucho fueron los arpegios de a partir del 6:25; un poco demsiados rápidos para mí.
ResponderEliminarY esta de Arturo Benedetti me gustó bastante, aunque, repito, ninguna tanto como la de Zimerman: http://youtu.be/A6rSA4xL5EU
Cuando vi que duraba 10 minutos ya pensaba que no iba a conseguir mantenerme enganchado todo el tiempo, pero la verdad es que me ha sorprendido. Como es característico de Zimerman, toca con mucha claridad y sensación de simplicidad. No le he visto demasiado enérgico en la mayor parte de la obra y quizá me hubiera gustado más de esa manera, pero sigue siendo una interpretación notable. Por ejemplo, me gusta mucho el final de la zona central, con esa subida constante de la intensidad de la obra que desemboca en acordes enérgicos y rápidos (más o menos).
ResponderEliminarEn resumen, me ha gustado aunque no fuese totalmente de mi estilo, grata sorpresa.
Es una obra que ya había escuchado más veces, pero que aún asi me sigue gustando como la primera vez que la escuché. La interpretación me parece excelente, y el sonido brillante. Además de ser una obra en la que Zimmerman puede "lucirse" ya que se trata no hay duda de una obra de grandes contrastes. Concluyendo, me ha gusatdo mucho.
ResponderEliminarSin duda es una pieza que conlleva una técnica impecable para poder siquiera empezar a abordarla. El carácter es típicamente romántico, con ecos de compositores de la época como Beethoven o Schumann. Zimerman consigue que los diferentes planos puedan ser apreciados con claridad, tanto cuando la melodía se encuentra el la mano derecha como en la izquierda. Además, la obra presenta fragmentos de gran dificultad, especialmente en la parte del desarrollo, con escalas vertiginosas y cambios de posición arriesgados. Por lo demás, siempre es agradable escuchar a Chopin, ya que, para mí, es uno de los músicos con mayor sensibilidad del s. XIX.
ResponderEliminarPara esta obra me parece fundamental la perfección técnica y la limpieza, pues su rapidez e intensidad la hacen fácilmente 'emborronable'. Zimerman es, desde luego, un intérprete más que digno. Lo que más me gusta de su interpretación es la progresividad de los matices y la manera de destacar las voces. Por decir algo, quizás sean algo largas las pausas del inicio.
ResponderEliminarLa obra, en forma de lied, es una de las más conocidas de Chopin. La parte dulce y más íntima desde el minuto 6 me gusta especialmente por su delicadeza y transparencia, pero en general es una obra brillante.
Es una pena que vayamos a tener que esperar bastante más para escuchar a Zimerman tocar...
Creo que esto demuestra una vez más porque nos encontramos con uno de los mejores pianistas del panorama mundial,la gran interpretación de este Scherzo deja sin palabras,realmente la limpieza y claridad con la que toca es asombrosa, a parte de transmitir una imagen muy pura, muy brillante,muy clara.
ResponderEliminarPero sin duda lo mejor de todo es la naturalidad con la que toca,parece como si fuera un fluir sin intencion de la musica que sale del piano,a mi me transmite como algun tipo de magia.
También me parece asombrosa la articulación y la claridad de esas escalas ascendentes y descentes,en definiva, una obra increible y muy bonita.
Yo también había escuchado esta obra antes y, como a la mayoría, me sigue encantando desde entonces.
ResponderEliminarEl principio tiene mucha fuerza. Los matices juegan un papel más que importante, y exaltan al oyente, que se encuentra expectante ante los cambios. A continuación una mano izquierda imita al movimiento de las olas del mar, por ejemplo. Las escalas ascendentes y descendentes están magníficamente realizadas, son un desplazamiento continuo. La melodía doblada a la octava en las zonas con un matiz forte, potencia su presencia.
En la parte central el sentimiento de calma nos invade con dulzura y mucha calma. Con el acelerando de su parte central, todo toma un color diferente, es más potente. Se desata una gran pasión, que desencadena en la parte final de la obra. Tal y como comenzó la obra, con diferentes detalles que la engrandecen.
La interpretación de Zimerman es fantástica, y estoy de a cuerdo en que es difícil encontrar una versión que la iguale.
Me parecen impresionantes tanto la obra como el intérprete. La obra tiene una fuerza muy intensa, pero a la vez tiene partes de extrema delicadeza. Zimerman hace una interpretación maravillosa. Sabe perfectamente encajar cada dinámica y cada rubato. Además, se entiende perfectamente todo lo que hace (matices, expresividad...). A diferencia de otra gente, los silencios del principio me gustan mucho, pues te dejan con una pequeña intriga de lo que va a pasar. Este scherzo ya lo conocía y como la mayoría de la música de Chopin para piano, me sigue encantando. Zimerman es mi intérprete preferido de la música de este compositor.
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