sábado, 21 de enero de 2012

Beethoven

Aquí os dejo una de las joyas de la literatura pianística, la sonata nº21 de Beethoven, la "Waldstein". La interpretación es de Daniel Barenboim, un pianista y director de orquesta al que todos conocéis. ¡Seguro que os gusta!


9 comentarios:

  1. ¡Beethoven en estado puro! No hay más que escuchar los acordes iniciales en stacatto para saber que es una obra suya. Ni comparación con Mozart!
    A partir del 1.20 empieza a alternarse la melodía entre la mano derecha y la izquierda (fijaros que bien diferencia las voces) y en el 1.50 llega mi parte favorita de este movimiento.
    Y ya que estamos dando en análisis la forma sonata, fijaros en este movimiento porque se diferencian perfectamente las tres partes: exposición, desarrollo y reexposición con los dos temas A y B, así como los elementos temáticos que utiliza para el desarrollo.
    Y aunque no tiene nada que ver con esta sonata aprovecho y os dejo este vídeo de Zimerman tocando el primer movimiento de la sonata número 8 que escuchamos en clase.
    http://youtu.be/TzQlx0ZtmMY

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  2. Primero: Barenboim es una pasada!!! Si hubiera escuchado la grabación sin haber visto el vídeo había pensado que es una obra para cuatro manos; es que, como dijo Iyán, vaya cómo diferencia las voces: se escucha todo en todo momento distinguiéndose los distintos planos sonoros. También quiero destacar que en matices, además de los progresivos, que los hace genial, los sf no te los esperas y tanto los fsúbitos como los psúbitos, son súbitos de verdad. Y, bueno, cuando está tocando las semicorcheas (o fusas, no sé) parece que lo hace en un teclado eléctrico muy blando porque esa ligereza y agilidad en un cola... Y me fijé como dijo Iyán ;)en las partes del movimiento y siempre que hace el motor de corcheas del principio, venga de donde venga, siempre lo toca al mismo mismo tempo. Lo único que no entiendo qué suena es en lo del 0'30 que se repite varias veces, es como si no fueran igual las manos, no sé...
    De la obra me fijé en lo que dijimos en clase de las melodías en una tesitura media-grave, aunque creo que cuando repetía la misma frase en registro grave y después en uno agudo, era este el que más me gustaba.
    Y sí es verdad que Beethoven es inconfundible, y me parece que por muchas características que tenga una obra suya que la acerquen más al Romanticismo, no llegará a ser romántica, será algo mejor: de Beethoven.

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  3. Lamento decir que (que yo recuerde) es la primera vez que escucho esta obra; pero ha sido una primera vez inmejorable.
    La claridad de la mano izquierda sola es impresionante; las dos manos actúan como si fuesen cuatro voces diferentes, con agilidad, decisión y precisión admirables. La velocidad en la que interpreta Barenboim este primer movimiento es muy alta, así el dominio del mismo se percibe en seguida.
    En cuanto a la obra, son fácilmente reconocibles los fragmentos que la componen, y maravilloso el contenido de éstos. Este movimiento narra varios estados de ánimo, uno más tranquilo, otro triste, soñador, eufórico… El final es de un carácter fuerte; un final de “chis-pum” después de un allegro muy fantasioso.
    Me gustó mucho.

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  4. A parte de la obra que ya de porsi me parece preciosa, la interpretacion es impresionante, con una claridad de sonido, matices y articulacion dignos de un verdadero genio. La rapidez de movimiento para la ejecucion me parece brillante, ya que apesar de esto, todos los sonidos se escuchan de forma muy clara.

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  5. ¡Vaya pasada! La obra es increíble de principio a fin, y tengo que decir que la interpretación no se queda atrás. Se aprecia claramente el carácter romántico propio de la composición de Beethoven a estas alturas; la obra tiene una enorme cantidad de registros diferentes, y el intercambio de melodías entre las dos manos, cambiando de octava, da mucha agilidad al desarrollo.
    Lo que más me gustó, sin embargo, fue la sensación de unidad que da a pesar de ser largo, como si no perdiera nunca un hilo conductor común y todo llevara de manera natural a lo siguiente. Mérito de Barenboim también, claro.

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  6. Barenboim ha hecho una espectacular interpretación de esta sonata de Beethoven, lo que más me ha llamado la atención es como pueden ser unas manos tan rápidas y precisas para tocar pasajes de tanta dificultad, la otra que al tocar los pasajes hay un momento en el que se mezclan los sonidos formando un ambiente en la música aunque en pocas ocasiones porque la pieza es de mucha precisión,también la justa medida con que hace los cambios de mucho dramatismo a simplemente destacar de forma sencilla la melodía, no conocía esta sonata pero me gusta tanto la pieza en sí como el intérprete que ha hecho posible esto.

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  7. Totalmente de acuerdo con Iyán, la verdad es que la forma sonata está clarísima y es una sonata bastante contrastante con los temas en cuanto a que tiene partes brillantes que lograr impresionar al oyente por la velocidad y la cantidad de notas, y otras en las que el intérprete puede lucirse y expresar mucho más, como por ejemplo alrededor del minuto 1, que me parece una de las partes más bonitas de la obra, junto con la que precede al desarrollo, que modula a la tonalidad del mismo tan suavemente que no te das cuenta hasta que no escuchas la vuelta a la primera frase de la exposición en otro tono.
    En cuanto al modo de tocar la pieza, la claridad es extrema como han dicho mis compañeros, porque se entiende la sonata nota a nota, aunque quizá sea demasiado perfecto para mi gusto. Me refiero a que al haber analizado tantos pianistas tan buenos y originales al mismo tiempo, en este caso para mí le falta ese toque "distinto" para llegar al punto de escuchar la grabación de la pieza y saber que él es el intérprete.

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  8. Muy buena la interpretación de Barenboim de la sonata Waldstein, sin duda una de las obras más famosas del genial compositor. En mi opinión, el pianista (y director) ha entendido perfectamente el entramado expresivo, armónico y temático de la pieza, y esto se hace evidente en la claridad, la precisión y la distinción de cada una de las partes que la conforman. A parte de ello, casi podría considerarse que esta pequeña obra es cultura popular, en cuanto a que todo el mundo la reconoce e identifica claramente con Beethoven. Por último, me parece importante destacar la extraordinaria amplitud del desarrollo de la sonata, algo ciertamente novedoso y que será uno de los pilares del movimiento romántico, el cual se está gestando precisamente en esos momentos.

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  9. ¡Me encantan las piezas románticas! Sobre todo ese estilo tan puro de Beethoven. Barenboim impresionante, claridad y diferenciación de matices perfectos que le dan ese sentimiento tan profundo. Sonata bastante larga para lo que estamos acostumbrados aquí, pero no defrauda y se hace corto escucharla. Me fascina la dificultad de la mano derecha, que contadas veces para de hacer pasajes propios de un virtuoso. Me ha gustado mucho la obra, sobre todo, como ya supondrás, las partes rápidas de ella.

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