Esta semana vais a tener dos entradas, espero que no os enfadéis conmigo...
En la primera tenéis una pieza de R. Schumann, compositor del que hablamos en clase esta última semana. La interpretación es de Martha Argerich, una fantástica pianista argentina.
Espero que os guste.
La pieza de Schumann parece muy sencilla, como si la pudiera tocar fácilmente un niño pequeño, pero la interpretación que hace Martha Argerich ya no es tan fácil. Le da un carácter especial, transmitiendo mucha tranquilidad y dulzura. La pieza en sí me parece muy bonita, siempre dependiendo de quién la interprete.
ResponderEliminarMe encanta esta obra y me encanta la interpretación de Marta Argerich. Como dijo Ana, transmite mucha tranquilidad y, sobre todo, mucha dulzura. M.Argerich me parece una pianista con personalidad; poco convencional, tanto por su manera de interpretar como por por ejemplo, la ropa que usa en sus conciertos o en este caso, el haber escogido esta obra como propina, ya que la mayoría de intérpretes de su talla (no sé si en piano ocurre tanto como en violín) suelen tocar obras más virtuosas y vistosas o hacer más aparente y virtuoso algo que no lo es (como algo de Bach, por ejemplo). Y para mí, esto es un punto a su favor.
ResponderEliminarY pobres músicos de la orquesta, Marta Argerich no les da ni tiempo para sentarse a escuchar su propina! Aunque habrá que perdonárselo si luego nos regala una interpretación tan bonita.
En mi opinión me parece una obra sencilla y preciosa y aún más con esta interpretación por Marta Argerich, creo que se implica mucho en la ejecución de la obra y pone el ella mucho sentimiento.
ResponderEliminarEs verdad que, como se ha dicho, la obra de Schumann parece fácil o sencilla pero me ha encantado la interpretación de Martha! A pesar de ser una pieza cortita y algo repetitiva la realiza de una forma como muy delicada , dando sensación de algo nuevo y libre.
ResponderEliminarYa la había escuchado antes tocando una pieza de Beethoven con orquesta, y la verdad es que ya me había sorprendido su técnica y sobre todo su expresividad, que la hacen totalmente diferente; pero incluso me ha gustado más en esta obra de Schumann.
Yo creo que es una obra muy bonita, y sí que parece sencilla, pero como en toda pieza musical, las notas impresas en la partitura solo son una pequeña parte de lo que es, o debería ser la música. El compositor tiene unas ideas de cómo se tendría que interpretar su obra, y el intérprete tiene que combinar esas y sus propias ideas para crear una obra de arte.
ResponderEliminarEsta pianista, Martha Argerich, según mi opinión le pone mucho sentimiento, la hace amena y transmite sentimientos que se entienden sin problemas.
Nunca había visto a esta pianista en vídeo, aunque sí había oído alguna grabación de ella. Me gusta mucho esta pieza y su interpretación. Creo que aunque sea una obra sencilla en cuanto a notas, tocarla como la toca, no es para nada fácil. Tiene una gran claridad en cuanto a lo que quiere trasmitir y lo trasmite valiéndose casi únicamente de la música, quiero decir, no hace movimientos exagerados en las manos y brazos, ni gestos que podrían ser antinaturales. Me gusta mucho porque me parece que no mezcla expresividad con afectación.
ResponderEliminarDe esta pianista había escuchado algún concierto de Rachmaninoff (no me acuerdo ahora cual había sido, pero ya lo buscaré el fin de semana) y me gusta mucho como suele tocar. No tanto como Zimerman... pero en este caso Schumann me ha gustado mucho: un estilo sencillo, con rubatos pero no muy exagerados, y muy ligero y dulce.
ResponderEliminar¿Por qué decís que se os hace raro que lo toque de propina?
Es una pianista excelente, sin duda.Aunque la obra no sea excesivamente difícil consigue darle la soltura y dulzura que requiere la pieza. Además me gusta la expresividad de sus gestos y la riqueza de matices. ¡Sin olvidar su mata de pelo grisáceo!
ResponderEliminarUna corta pero bonita y acertada interpretación, no todos podrían decir lo mismo.