Para que empecéis a ver las posibilidades de este instrumento os dejo un vídeo de un gran pianista, Evgeny Kissin, tocando una obra espectacular y de gran dificultad, el Estudio nº3, La Campanella, de los Grandes Estudios de Paganini, del compositor Franz Liszt. Pero antes, podéis leer este artículo sobre el compositor, del que este año se cumplen los 200 años de su nacimiento y que fue el precursor del "fenómeno fan".
Me gustaría que hicieseis algún comentario acerca de lo que os ha parecido. ¡Disfrutad!
Aunque la campanella sea original para violín, la transcripción de Listz hace que parezca escrita para piano y esta versión de Kissin a mí me gusta mucho. Vaya con qué claridad lo toca! Se entiende todo: las frases, los temas que destaca, todas las notas en los pasajes rápidos!! Y bueno, tengo dos dudas: en el min 1.39 qué hace con la mano derecha, octavas partidas? Y en el min 2.39 qué es? Es que suena como dos trinos a la vez rapidísimos!!
ResponderEliminar¡Amaia! ya me extrañaba a mí que no fueses tú a preguntar algo... Que conste que me parece bien que preguntes¿eh?. Aquí te mando la respuesta a tus preguntas, para que puedas ver la partitura:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=n9y82amJ0To&feature=fvwrel
Había escuchado la versión de violín, pero es increíble la ligereza con la que el pianista interpreta los diferentes temas... Se escuchan simultáneos e independientes a la vez, destacando unas voces por encima de otras con una claridad impresionante. Aunque es una obra muy delicada, Liszt consigue no perder su esencia en la transcripción, y el resultado es que parece un original para piano.
ResponderEliminarEl artículo es muy interesante, quién diría hoy que la música clásica causaba esos efectos en la gente! Por cierto que la descripción que hacen de Liszt me recordó a cómo toca Kissin en el vídeo por la energía que transmite.
El artículo es un poco exagerado o eso me parece... aunque a lo mejor sí que era así de verdad! Supongo que todo son medio leyendas como la historia que cuenta de Beethoven. Lo que sí es interesante es la comparación que hace de Liszt con Chopin, eran casi opuestos: uno débil y enfermo y el otro completamente energético.
ResponderEliminarLo que más me impresionó del concierto fue la rapidez de la obra y la agilidad del pianista. Lo del 2.39 es impresionante! Pero mucho más difícil me parece la parte que lo sigue. Mientras con la derecha sigue haciendo el trino "de la muerte" con la izquierda empieza con un tema tranquilo y ligado... Y otra cosa más (que no tiene que ver con la música xD) pero os habéis fijado como empieza a sudar el pianista en la parte final! Parece que está haciendo los 100m lisos.
A mi también me ha encantado. Qué maravilla de manos. Cada semicorchea, cada fusa, cada semifusa... está todo perfectamente colocado. La expresividad y los contrastes ponen los pelos de punta.
ResponderEliminarYo tengo una pequeña observación, o duda... Igual solo es cosa mía, pero en eso del comienzo del primer minuto, después del silencio para las dos manos, me resulta complicado seguir el tempo...
Al final, a partir del cuarto minuto, es como una tormenta de notas. Es una obra muy bonita.
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ResponderEliminarMi comentario lo voy a enfocar al artículo, ya que no he podido instalar el flash player y no puedo ver el video. A ver cuando puedo, ya que la Campanella es una obra preciosa para violín y no la he escuchado para piano nunca!
ResponderEliminarAcerca del artículo he de decir que si no exageran demasiado, en contra de la teoría de Iyán, es algo impresionante. Los desmayos con los Castratti los pudimos ver en Historia de la Música el año pasado al ver la pelicula de Farinelli, pero el fanatismo hacia Liszt es algo de lo que nunca había oído hablar. Es realmente asombroso.
Me parece interesante el duelo Liszt vs. Chopin que se presenta. ¿Deberíamos considerarlos rivales o simplemente a uno el genio interpretativo de la época y al segundo el genio creativo de la misma? Es un poco complicado centrar un periodo tan fructífero para la música en sólo dos personas, pero realmente y enfocándolo a la asignatura de piano es un buen debate. A mí me parecen dos exponentes claros de el llamado “hombre romántico”, pues aunque Chopin por sus debilidades no pudiese expresar tanto como Liszt a la hora de interpretar, sus piezas están cargadas de ese sentimiento tan característico.
Carmen Ruiz.
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ResponderEliminarDespués de ver el vídeo, por un lado me gustaría comentar la interpretación del pianista y por otro lado la obra.
ResponderEliminarMe ha parecido una actuación exquisita con una movilidad y rapidez de ambas manos impresionante. Me gustaría destacar como se puede ver el gran esfuerzo, que si sólo se escucha y no se mira el vídeo no se percibe, del intérprete; no se trata sólo de un esfuerzo mental sino también de un esfuerzo físico.
Respecto a la obra me ha parecido muy bonita pero muy difícil, a la vez; y Liszt creo que es digno de las palabras que le dedican al final del artículo: "En el amor, en la música, allá por donde pasaba dejaba huella y delirio. Fue Franz Liszt, el mago ardiente del piano."
Se me había olvidado comentar acerca del artículo :S; EStoy de acuerdo con Iyán con lo de que el artículo puede que exagere algo la pasión que desataba en las fans, aunque seguramente para aquella época su manera de interpretar fuera algo nuevo y muy impresionante tanto por su técnica como por su energía en la interpretación. Del artículo no estoy de acuerdo con la mezcla entre Listz y Chopin. Un Chopin enérgico no habría compuesto, creo yo, las obras con el mismo carácter melancólico que es propio de ellas, y seguramente habría sido mucho mejor intérprete en los conciertos y habría tenido más éxito, pero le habría faltado la esencia del Chopin que conocemos en sus obras. Y un Listz enfermo y melancólico pues no habría sido para nada Listz. Y volviendo al vídeo y a lo que dijo Iyán ;) ¿Qué es el trino del diablo? Y cómo no va a sudar Kissin con la concentración que está teniendo!!
ResponderEliminarAH! Y una cosa sobre la obra. No sé cómo es el estilo de Listz ni cómo es su sonido característico (porque escuché poquitas obras suyas, y una vez solo cada una...)pero el estilode esta obra es totalmente de Paganini. Lo que hizo Listz fue una muy buena transcripción y lo que hizo Kissin fue una muy buena interpretación pero para mí el 60% del mérito es de Paganini. =)
ResponderEliminarListz fue uno de los primeros pianistas virtuosos de la historia, y como en su época apenas había composiciones virtuosísticas para piano, lo que hizo fue transcribir bastantes obras de esta categoría que habían sido escritas para otros instrumentos. La transcripción de "La campanella" de Paganini me parece muy buena, ya que imita bastante bien algunos recursos técnicos del violín (ricoché, pizzicatto...) con el piano.La interpretación de Kissin me parece muy buena, sobre todo el fraseo, pero también tiene pequeños fallos de notas que son totalmente comprensibles debido a la dificultad de la obra y a la velocidad.
ResponderEliminarLa verdad es que es difícil elegir entre qué versión me gusta más, si la de violín o la de Listz.
Acabo de ver el vídeo, y sólo puedo decir una cosa: eso no es una persona, ¡es una máquina! Cierto es que es difícil elegir entre la versión de violín o la de piano, ya que al menos a mí me transmiten sensaciones diferentes, quizá esto se vea influenciado por la enérgica interpretación de Kissin, que por cierto me parece realmente buena.
ResponderEliminarY en respuesta a Iyán, ¡vaya si suda! fíjate en la espalda, igual pretendía disimular ese lago llevando un esmoquin blanco...
Carmen Ruiz
Me ha parecido increíble la claridad y nitidez con la que Kissin realiza esta obra, es realmente espectacular! En el vídeo se escucha claramente la fuerza, precisión y expresividad que hacen de la interpretación de Kissin algo asombroso.
ResponderEliminarEn cuanto a la obra y habiendo escuchado la versión de violín, me parece que la transcripción es muy buena y Liszt adapta perfectamente la técnica del violín en el piano, con lo que me resulta casi imposible poder elegir o realizar una comparación que favorezca a una de las dos.
Del artículo me gustaría destacar que me parece realmente impactante la locura que desataba Liszt, porque ahora mismo sería impensable poder ver o vivir algo así en nuestros días. En lo que sí que estoy totalmente de acuerdo con el artículo es cuando dice, al realizar una comparación entre Liszt y Chopin, que lo perfecto sería una mezcla entre ambos ya que para mí son totalmente opuestos (dentro de lo que cabe), si uno es mejor que el otro en la interpretación, el otro lo es en la composición...
Resumiendo, me ha gustado mucho la adaptación para piano de "La Campanella" de Liszt y la rapidez de la interpretación de Kissin me ha resultado verdaderamente asombrosa.
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ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que habéis dicho de que es una buena transcripción y que es difícil elegir entre la versión de piano y la de violín.
ResponderEliminarA mí una de las cosas que más complicadas me parecen es al principio cuando lleva el tema en la mano derecha con el pulgar y con el meñique repite una nota a veces a más distancia que una octava. Porque hace eso no Belén? (es lo que me pareció con la partitura)
Respecto al artículo me hace pensar en lo que dijo Julia de los efectos que producía la música clásica en la gente. Yo creo que esto se debe en parte a lo que hablamos el otro día en clase, de que el mismo público está "limitando" a los intérpretes, es decir, la mayoría de las veces vamos a un concierto con una visión predeterminada de la interpretación de una obra, y si vemos otra cosa distinta, normalmente no la aceptamos del todo.
Por otra parte encontré este otro video también de Kissin en el que se le ven más las manos y desde otra perspectiva. Lo pongo aqui por si alguien lo quiere ver:
http://www.youtube.com/watch?v=VGXM76s43PI&feature=related
Belén: gracias por ponernos ese enlace donde un Kissin más joven tocaba la misma obra. Yo no lo había visto.
ResponderEliminarRespecto a la pregunta, sí que hace muchas veces más distancia que una 8ª en los intervalos entre la melodía que lleva el pulgar y las notas del meñique, lo que a esa velocidad de vértigo supone una gran dificultad de ejecución.
la interpretación de la obra es simplemente espectacular, en primer lugar lo que me llama la atención es la increíble agilidad para tocar una obra tan compleja como es la campanella de Listz, la segunda es la claridad y la precisión con la que la ejecuta,también es fascinante como a pesar de la velocidad a la que la interpreta se pueda escuchar con claridad las frases a pesar de encontrarse con pasajes de muchísima dificultad.
ResponderEliminarLa campanella es para mí una obra conocida sin embargo,gracias a esta interpretación he podido conocer más acerca de cómo era la música de Listz.
En resumidas cuentas,este vídeo nos refleja la facilidad con la que un maestro como Kissin puede llegar a interpretar una obra de tal calibre
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ResponderEliminarMe ha gustado la interpretación ya que técnicamente es impecable y se mantiene dentro del estilo romántico de la obra. Creo que Liszt fue uno de los primeros que empezó a dar recitales de piano tal y como los conocemos hoy en día, es decir, un intérprete más o menos virtuoso que toca obras de otros compositores (y también, en el caso de Liszt, de autoría propia) para lucimiento y disfrute del público que paga por ver su destreza en el instrumento y no por escuchar nuevas obras que ha compuesto. En cualquier caso está claro, al menos para mí, que el fenómeno "fan" de adoración a un músico tal y como lo entendemos hoy en día no se da hasta la época romántica, gracias sobretodo a la figura de Beethoven y en menor medida de Mozart. Seguro que a Paganini también le gustó el arreglo pianístico de Liszt, ¡qué grandes leyendas del romanticismo!
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